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El día perfecto, en el momento perfecto

  • Foto del escritor: silkehorn
    silkehorn
  • 30 sept
  • 2 Min. de lectura

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El último fin de semana se casó mi amiga de infancia. Fue una celebración mágica, única, tal como ella soñaba. Alguna vez me dijo que tendría una boda hecha a su manera, sin buscar complacer a nadie más que a su corazón, y así fue.


Ese día me hizo reflexionar sobre muchas cosas. Primero, en cuántas ocasiones vivimos intentando agradar a los demás, dejando en silencio lo que realmente anhela nuestro corazón. Ella me recordó que la verdadera felicidad nace cuando uno se atreve a vivir fiel a sí mismo.


Después, ocurrió algo especial: tras varios días de sol radiante, justo en el momento de la ceremonia religiosa comenzó a llover, incluso con truenos. El sacerdote les dijo: “Esta es la primera prueba para ustedes: ahora tienen que salir y bailar bajo la lluvia”. Y pensé que el matrimonio, y la vida misma, son así: muchas veces tormentosos, pero lo importante no es huir de la tormenta, sino aprender a bailar bajo ella, porque tarde o temprano, siempre vuelve a salir el sol.


También confirmé que los tiempos de Dios son perfectos. La sociedad suele marcarnos plazos: terminar una carrera a cierta edad, casarnos en otra, tener hijos en otra… Pero lo cierto es que nada de eso está bajo nuestro control. Todo sucede en el momento en que debe ser. Ellos esperaron su tiempo, y lo hicieron bien: tuvieron su día perfecto, en el instante perfecto, para comenzar una vida maravillosa.


Otro aprendizaje es que lo más extraordinario de todo es la persona con la que uno se encuentra. Así como ellos se encontraron, para caminar juntos en este viaje.


Y finalmente, entendí que no existe distancia capaz de romper un lazo verdadero. Aunque la vida nos llevó por caminos distintos, y aunque hoy no compartimos tanto como cuando teníamos cinco años o en nuestras aventuras adolescentes, nuestra amistad sigue intacta. El tiempo y la distancia no borran lo que está hecho de cariño genuino.


Porque volver a estar con ella es regresar, de golpe, a cada aventura, a cada travesura, como si hubiesen pasado ayer.


Con amor.


Silke


Texto escrito para recordar con cariño la Boda GyJ

 
 
 
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